REMEDIOS PARA EL ALMA (17)

in #waiv10 days ago

Recuerda:

"En mi infancia, recuerdo que mis obligaciones eran la escuela y la iglesia católica. En una estudiaba lengua y matemática de mi país, y en la otra, de Jesús y los rezos (Padre nuestro, Ave María, Creo...). Fue en esos tiempos que alguien dentro de la iglesia hablando de los pecados me habló de la mentira blanca. Yo no aprendí en ese momento qué significaba correctamente, pero sí a mentir.

Mucho más adelante en la vida, cansado de los problemas que me traían mis propias mentiras para esquivar una situación incómoda, como si a la mujer de mi vida, decidí no hacerlo más. Y fue ahí que un cuento llegó a mis manos y despejó todas mis dudas sobre eso de las mentiras blancas. Algo así como que si te ves obligado a hacerlo, será para ayudar al prójimo y no para lastimarlo.

En un pueblito ni muy grande ni muy pequeño, casi a las afueras, construyó su casa un señor un poco entrado en años, carpintero por oficio familiar. Desde muy temprano ordenaba su humilde cabaña y marchaba al taller a cumplir con algún encargo: mesas, sillas, camas, roperos... Y así pasaba sus días, feliz, cantando y trabajando.

Por las tardes, solía ir al bosque a recolectar materia prima para sus artesanías, o sea, madera. Y esa tarde en especial, escuchó una pelea, insultos en voz más alta de lo normal, como apañándose en la soledad del frondoso y deshabitado bosque. Varios jóvenes golpeaban y le reclamaban a otro, al parecer deudas de juego, hasta que el pobre muchacho quedó desmayado. Revisaron sus bolsillos, le arrebataron todo lo de algún valor y se marcharon.

El hombre fue a su taller, tomó lo que parecía ser una carretilla para transportar madera, lo cargó y lo llevó a su morada. Entablilló una de sus piernas y uno de sus brazos, y en un par de días le bajó la fiebre. Su labio y ojo empezaron a desinflamarse y despertó. Obvio que preguntó dónde estaba, a lo cual el hombre contestó: "Te encontré tirado en el bosque, desvanecido y... bla bla bla...". Así que repóntate y podrás marcharte, si así lo quieres.

Fue un montón de tiempo la recuperación, y ahí se forjó una insipiente amistad, que derivó en aprender un noble y artesanal oficio, con discusiones por la edición de pensamiento, ya que el joven tenía 19 años y no muy buena experiencia de qué era vivir correctamente.

Los días laborales empezaban con los primeros festejos de luz solar y terminaban con la total desaparición de ellos. Todo era iluminado a vela y lámparas, ya que no había electricidad en esa época. A cenar y al que disfrutaba de la lectura, era el momento especial antes de conciliar el sueño.

Una noche, el joven esperó que el hombre se durmiera y, con un dinero ganado por ayudarlo con sus pedidos, saltó por la ventana de su improvisado cuarto y partió para el pueblo hacia la cantina. Estaba jugando y bebiendo cuando el carro de los bomberos, tirados por caballos, pasó haciendo sonar la campanilla. Algo se incendiaba en el bosque, y cuando llegaron y lograron sofocarlo, el 80% estaba hecho cenizas y encontraron huesos y restos de pelos. O sea, que el carpintero murió quemado en su cama mientras dormía.

El joven llegó y cayó de rodillas y juró volver a levantar la carpintería y cuidar, honrar el nombre del hombre que le había salvado la vida. Los bomberos le dijeron al joven que el incendio inició porque una cortina agarró fuego por una vela encendida cerca de una ventana abierta y movida por el viento.

En pocas palabras, el joven supo que fue su culpa. Tomó el cartel que decía "Carpintería el 9" y se puso de pie, mientras todos se retiraban del lugar. Fue al sector que era el taller y sacó dentro de los escombros todas las herramientas, y en ese momento la reconstrucción había iniciado, al igual que la de su vida.

En un tiempo, la carpintería "Riqui", diminutivo de Ricardo, con el cual su madre lo llamaba de pequeño, floreció y creció, siendo la más famosa del pueblo y sus alrededores. Unos cuantos poblados más adelante, un señor llegó y construyó una cabaña e instaló un taller que llamó "Carpintería el 10".

Bueno, creo que de eso se trata. El joven pudo tener una bella vida, conseguir su pareja, traer al mundo a sus hijos y heredarles un oficio. O sea, que aquella semilla que el carpintero plantó en sus pensamientos un día se rompió tierra adentro y dio paso a un hermoso tallo que creció y dio sus frutos.

Es decir, que aquella mentira piadosa o blanca, como la llamaban los curas y las monjas, no perjudicó a nadie, más bien cambió una vida, la alargó y progresó."

Sort:  

Congratulations @familiadare! You have completed the following achievement on the Hive blockchain And have been rewarded with New badge(s)

You received more than 500 upvotes.
Your next target is to reach 600 upvotes.

You can view your badges on your board and compare yourself to others in the Ranking
If you no longer want to receive notifications, reply to this comment with the word STOP